Qué reparador es el momento en el cual empiezo a crear estas líneas. Comunicar en silencio... qué belleza. Hoy, justamente, lo mencionaba en otras líneas... Porque quiero decir, aunque suene obvio, escribir es comunicar en silencio, escribirte, leerte, es comunicar en silecio. Yo elegí poner un disco, porque sí, aún me gusta comprar discos, el sonido masterizado y el arte que lo componen, valen cada centavo.
Y justo que recordaba en textos ajenos la sensibilidad de las melodías cuando remiten a cosas que sentimos ya no son nuestras, se me ocurre poner ese disco. Claro, con ese disco bailamos, nos miramos, nos besamos, cociné manjares, hablamos de cosas geniales, lloré muchísimo, y si lo pienso mucho, lloro otra vez.
El primer tema fue como cuando faltan minutos para que salga la banda que esperaste desde que tenias 15 mientras escuchas la obacion desde el del campo, porque en shows así se saca campo. Claro, así fue. Durísimo. pero seguí camino, estaba trabajando y la sensibilidad me la guarde para después. Luego siguió el tema dos y empecé a disfrutar la canción. Oh sí, el metal se metía en mis venas despertando cada milimetro de vitalidad que tengo. Qué sonido tan intenso, qué cosa esto de las melodías...
El tema número 3 y un par más que le siguieron, fueron geniales. canté y bailé en el asciento de mi escritorio. Me tomé un té de vainilla y empecé a leer. Porque leer es algo que hago como respirar, porque no me doy cuenta y cuando me quiero acordar, me acuerdo. En fin... como diría alguien... Ya estaba en el balile, tenía que bailar...
Lo cómico del asunto, es que llegando al final del disco, quisé comentarlo. Quise compartir con él lo mucho que me gustaba la banda, la voz de Anselmo, y miles de detalles que les encuentro dignos de apreciar. Muchos porque él me los enseñó, a lo largo de 2 maravillosos años.
El disco llegaba al final, como la hora de irme a casa. Terminaba "Vulgar display of power", de Pantera. Para los lectores que compartan el gusto, hagan de cuenta que le puse musica al texto. Aprender a escuchar sin recordar es un aprendisaje, y yo recien comienzo mi año lectivo.
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